Hace muchos años la ciudad de Ica contaba con cuatro lagunas, pues antes eran lugares frecuentados por los iqueños donde pasaban el día refrescándose en sus aguas, considerando que las costas que conocemos estaban lejos del alcance de la mayoría, por la falta de vías de comunicación.
Estas lagunas cuentan con instalaciones como vestuarios, con álamos, restaurantes, etc. Algunas de ellas tienen propiedades medicinales, lo que atrae a visitantes de otras partes del país.
Una vez que estas lagunas fueron desapareciendo de una manera extraña por razones provocadas por el hombre, solo quedaron algunas lagunas que siguen siendo atractivas y continúan recibiendo a turistas durante todo el año. Detallaremos las lagunas que tuvo Ica y cuáles están recibiendo a turistas.
Laguna de Huacachina
O conocido como el “Oasis de América”, se ubica a solo 20 minutos de la urbe de Ica. Uno de los parajes preferidos por los turistas en el que puedes relajarte, desconectarte de lo rutinario e incluso puedes practicar algunos deportes de aventura.
Esta hermosa laguna está rodeada de vegetación de palmeras, eucaliptos y hoteles para que puedas disfrutar mejor tu día en la laguna Huacachina. El año 2017 el medio británico The Telegraph la incluyó entre los 21 destinos más impresionantes del mundo para visitar.
Es la única laguna de América del Sur en tener este gran reconocimiento, puedes hacer tus visitas durante todo el año, ya que le favorece el clima cálido convirtiéndola.
Laguna de Morón
Otras de las famosas lagunas que tiene Ica, lugar ideal para tomar el sol, relajarse y tomar excelentes fotografías. También se le conoce como el Oasis de Morón, un pequeño atractivo natural oculto entre el desierto de Ica.
Al igual que Huacachina, aquí también puedes practicar sandboarding, tabla. Ya que está a una hora de Pisco lo puedes hacer a pie y no es necesario ir en carro; para hacer la caminata tienes que tener listo una gran cantidad de agua, unos zapatos cómodos y un bloqueador para que te puedas proteger del sol.
Laguna Orovilca
Orovilca es un oasis cerca de la laguna de Huacachina, ubicado en medio del desierto seco y las dunas de arena de Ica. En su mejor momento, es el ojo azul del desierto, tan hermoso que sirvió de inspiración para el cuento «Orovilca» escrito por José María Arguedas.
Está a 3,3 km de ancho al pie de la laguna de Orovilca, al sur de Huacachina, en algunas ocasiones se ha creado un camino de piedra y grava para los visitantes. Actualmente, está sin agua y poblada por plantas (guarangos).
Es visitada por turistas nacionales y extranjeros que llegan a la zona en vehículos 4X4 con la intención de realizar campamentos. Las dunas que rodean Orovilca y la laguna de Huacachina son utilizados para el turismo de aventura, el cual observa su contaminación por desechos provenientes de otra laguna.
Laguna La Victoria
Está a 2.4 km al noreste de Huacachina, el acceso es camino al barrio de la Victoria, un camino antiguo, en un inicio esta laguna estaba completamente seca y con muy poca vegetación que le rodea.
El año 2018 se hizo un trabajo en conjunto con el Gobierno Regional de Ica y la Junta de Usuarios de Aguas Subterráneas del valle de Ica (JUASVI) para rellenar con agua esta laguna y conservar su naturaleza.
Laguna La Huega
Se encuentra al sur de Huacachina, entre la laguna La Hueca y Huacachina la dividen dos imponentes Dunas, ahora poco concurrida por el paso del tiempo se quedó sin agua. No es adecuado para las visitas porque está abandonada y es usada para otro recurso.